En algún momento de la vida de todo papá/mamá surgen la preguntas: ¿debería dejarlo(a) ganar en los juegos? o ¿cuándo debería parar de dejar ganar a mi hijo o hija? Es una interrogante importante y vale la pena analizarla. Hay diferentes opiniones, abajo algunos ejemplos:

  • Sí hay que dejarlos ganar: Los niños tienen ya suficientes presiones en el día como para que sus papás les ganen en los juegos. Hay que fortalecer su seguridad en sí mismos para que puedan lograr lo que se propongan.
  • No hay que dejarlos ganar: Ni sus compañeros de las escuela ni nadie los va a dejar ganar. La vida es dura y hay que prepararlos para ella.
  • A veces hay que dejarlos ganar: Es importante que los niños aprendan a perder, pero también debemos fomentar la seguridad en sí mismos.

Hay cosas importantes en cada una de las opiniones de arriba, por un lado es cierto que los niños necesitan tener seguridad en sí mismos, sin embargo dejarlos ganar constantemente y los elogios recurrentes en sus habilidades o fortalezas, pueden hacer que los niños tengan ideas erróneas acerca de que tan buenos son en A o B cosa. Al jugar con otros niños podrían tener un shock muy fuerte al darse cuenta que no son tan agiles, fuertes o rápidos como decían mamá/papá. Hace un par de años leímos un libro que nos cambió la perspectiva en cuanto a los elogios hacia los niños. De como puede ser más beneficioso incentivar el esfuerzo, y el intentar diversas alternativas para resolver un problema vs los elogios al niño en cuanto sus capacidades (Inteligencia, fuerza, velocidad, que bueno que es usted! … etc). El libro se llama Mindset de Carol Dweck, y tenemos un blogpost que habla de la mentalidad de crecimiento.

En el otro extremo, los papás que no dejan a sus hijos ganar del todo, lo hacen con muy buenas intenciones tratando de enseñar el mundo real, que las cosas cuestan y hay que ponerle pilas. No obstante, tal vez no toman en cuenta la posible desmotivación que puede causar esto en los niños.  Alguien puede estar muy motivado la primera, segunda o tercera vez que pierde porque le gusta mucho el juego, pero la motivación ira de picada después del quinto round en el mejor de los casos.

La tercera alternativa. dejarlos ganar a veces no toma en cuenta que los niños perciben muuuucho más de lo que nosotros creemos. Niños con edades de 18 meses a 3 años no les interesa tanto el tema de ganar-perder, sólo quieren pasar tiempo con  papá y mamá.  Sin embargo, a partir de los 3-4 años lo sabrán al instante. ¿Qué alternativa hay?

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¡Deles Ventaja!

La opción que me ha funcionado es dar la ventaja necesaria para nivelar el juego, y uno como papá/mamá esforzarse al máximo para ganar. Cuando digo nivelar el juego es dar la ventaja necesaria para que los niños ganen 7 de cada 10 veces y papá/mamá 3 de cada 10 veces esto ambos dando su máximo esfuerzo. Podemos explicarles que la ventaja se debe a que papá/mamá tienen mucha práctica y listo. Los beneficios que he notado al hacer esto con Daniel son:

  • Fomentamos el esfuerzo, él sabe que tiene que ponerle todas las pilas para ganar y que yo estoy dando mi máximo esfuerzo también. 
  • Hace el juego muuuucho más entretenido para los dos. Al final es súper importante que los papás nos divirtamos en el tiempo de calidad que pasamos con nuestros hijos, así hacerlos más frecuentes y hasta algo por lo que estemos expectantes durante el día. Si los dejamos ganar, se vuelve aburrido rápidamente.
  • Les permite a los niños estar motivados y mejorar.  En nuestro juego favorito Frisbie-corre, ya he tenido que acortar la ventaja con Dani ¡3 veces!.
  • Le puedo dar un buen ejemplo a mi hijo de lo que es ser un buen ganador y un buen perdedor. Estar genuinamente contento cuando él gana y felicitarlo pero también no jactarme de mis victorias.
  • Por último, introduzco al niño de la selva a la derrota y como manejarla. Si sómos realistas y si se tiene como concepto de “ganar” el llegar de primero, o ser el mejor de la clase/colegio/universidad/país en algo… la vida está inevitablemente más poblada de derrotas que de victorias. Me parece fundamental enseñarle a levantarse poniéndole más pilas e intentarlo de nuevo.

Ejemplos de ventajas en Juegos

Las “ventajas” pueden variar mucho dependiendo del juego. Abajo algunos ejemplos representativos para dar una idea general.

  • Domino: juegos donde el objetivo es quedarse sin piezas, papá/mamá pueden empezar con una o dos piezas más. Una vez que Dani me gana 4 o 5 veces seguidas, lo felicito diciéndole que está mejorando y que voy a tener que empezar con un pieza menos que antes (un poco menos de ventaja). 
  • Memoria: juegos dónde el fin es ganar el mayor número de piezas, podemos fijar una meta más alta para papá o mamá. Sin embargo no sé si han notado que a muchos niños les va súper bien en la memoria.
  • Ajedrez: Existen juegos donde empezar con menos piezas o fijar un meta distinta no es posible o simplemente desvirtúa el juego. En el ajedrez por ejemplo una opción es explicarle al niño porque estamos moviendo el caballo aquí, o bien alertarlo cuando el/ella van a hacer una mala jugada, por ejemplo: ¿Estás seguro?, ponele atención a esta torre que tengo aquí… Poco a poco esas advertencias o ayudas se van haciendo menos necesarias. 
  • Futbol/Basket otros deportes: De ser posible jugar dos o tres niños vs papá/mamá. Otra alternativa es variar el lugar donde se tira (21 en basket) o hacer la cancha más pequeña para los papás en futbol.
  • Carreras: Aquí el método es literalmente darles ventaja, esperar un tiempo después de que ellos salen, o bien un circuito un poco más largo para los papás. 

Los tiempos de calidad con nuestros hijos son mucho más valiosos que cualquier cosa material que se nos ocurra darles. Encontrar un juego que tanto grandes como chicos disfrutemos hace que el tiempo con ellos sea mucho más divertido y efectivo. ¿Cuál es su juego favorito con sus hijos?