Por fin llego el viernes y nos pudimos ir de ride los cuatro. Teníamos muchísimas gracias de ir a alguna catarata otra vez y disfrutar del calorcito de Limón en una poza.  

Finca Two Waters

Íbamos a ir a la catarata Bribri, pero no nos metímos en la entrada correcta y terminamos yendo a la catarata de la Finca Two Waters. Lo cual al final fue un éxito total. El paso a la catarata lo abren a las 8:00 am y uno entra a una Finca de lo más cuidada, con florcitas y arboles por todo lado. El camino a la catarata es de lastre, se dura menos de 5 minutos con el carro hasta llegar al parqueo antes del sendero. La calle tiene una cuesta súper pronunciada, por lo que recomendamos ir con un 4×4 para subir esa cuesta después. 

El sendero es súper cortito, unos 5-10 minutos tal vez y después llega uno a las cataratas. Son caídas de agua pequeñas, pero se hacen dos pozas riquísimas para nadar y ver peces. Además que se puede caminar por la rocas, se puede saltar en la poza de abajo (que es mucho más honda) y se puede ir a caminar por el río. Nosotros estuvimos más de dos horas y la pasamos bomba. Estuvimos totalmente solos, por lo que en temas de Covid, nos pareció súper seguro. No sabríamos decirles que tal se pone los fines de semana, pero igual, hay bastante espacio para diferentes “burbujas”. 

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En nuestra caminata por el río nos topamos en diferentes partes con ranitas flecha roja, son súper pequeñas pero el color es demasiado llamativo como para no verlas.

Después de terminar la exploración del río y tirarnos un par de veces más a la poza, fuimos de vuelta al carro para ir al mirador. El mirador es bien lindo y tiene unas banquitas para sentarse y una mesita, perfecto para hacer un picnic. También tiene una hamaquita para niños, que Dani disfrutó mucho. 

El costo de esta catarata era 1000 por persona, pero los peques no pagaron. Nos pareció súper barato para el lugar tan chiva y todo lo que hicimos. 

Catarata Volio

Después nos fuimos a la Catarata Volio, pasando Bribri y súper cerca de la frontera con Panamá (suena lejos pero no lo es). Uno tiene que dejar el carro en la calle, hay una familia que te lo puede cuidar por 2000 colones. Nosotros optamos por eso. Una niña, Aymar, nos enseño el camino, hay que caminar por la calle unos 10 minutos, cruzar un río bajito y meterse a un sendero y salir a las rocas donde se puede ver la catarata. El camino de la calle es sin sombra, pero ya dentro del sendero se está más protegido del sol. Saliendo a las rocas se vuelve a ver a mano izquierda y ahí está la catarata Volio. Es un caída de unos 10 metros, bien bonita. Uno puede bajar hasta la caída de la catarata y tocarla. Hay bastantes pecesitos también, que se pueden ver desde afuera. Además, se puede caminar entre las rocas. Dani se inventó un circuito de saltar unas rocas y subir por un tronco, que lo mantuvo entretenido la hora que estuvimos ahí. Definitivamente nos gustan más las cataratas que tienen pozas. Nos contó Aymar que en época lluviosa si se hacen pozas, pero no muy hondas. En fin, es un lugar lindo de visitar, el sendero es bonito, vimos ranitas aquí también, pero es como de ir un ratito.

Puerto Viejo

Luego de este par de cataratas todos teníamos bastante hambre y decidimos ir a Puerto Viejo a comernos un rice and beans y un agua de sapo en el restaurante Tamara. ¡Riquísimo! y uno se siente seguro ya que siguen todos los protocolos del Ministerio de Salud. Vicky lo probó por primera vez y es fan, igual del pati que nos comimos mientras esperabamos la comida. 

Después buscamos un campito en la playa de Puerto Viejo, no había mucha gente y se podía estar en ese mar tan tranquilo con Virgi y Dani de lo más bien. Era como estar en una piscina, pero más chiva. Llevamos los anteojos de natación y vimos un montón de peces en los arrecifes ahí no más de la orilla. Dani y yo además logramos ver una mantaraya que sin mentirles la cola medía más de un metro (me dió sustillo y todo) pero ahí estaba tranquila, nos dejó verla por unos minutos y después se fue. Después nos quedamos en la orilla un rato y nos fuimos a la casa a descansar. Hace rato no iba a Puerto Viejo, no sé si fue porque no tiene tanto tráfico de gente, pero el mar estaba lindísimo, super cristalino y se sentía más limpio que la última vez que fuimos. 

Si están pensando en ir al Parque Nacional Cahuita, les contamos todos los detalles de nuestra aventura.

En Resumen:​

Nivel: Fácil: Las tres actividades se pueden hacer en un solo día, en cada una hay que caminar súper poco y son accesibles si uno va con peques.

¿Qué llevar?: Calzado y ropa para caminar y ligera por el calor, vestido de baño. Para los niñxs/bebés podrían llevar cargador, bloqueador, sombrero y meriendas. Si van a Puerto Viejo les recomendamos llevar anteojos para ver los peces, fue impresionante la variedad que vimos.

¿Cómo llegar?: Para la finca Two waters hay que doblar a la derecha en Hone Creek camino a Sixaola, unos km antes de llegar a Bribri se ve a mano derecha el rótulo para subir a la finca. Para catarata Volio se sigue después de Bribri y se toma una derecha después de pasar el pueblo. Les dejo las ubicaciones aquí: Finca Two Waters y Catarata Volio

Info importante: La entradad a la Finca Two Waters es de 1000 colones por persona y aconsejamos de ir con un 4×4, más que todo si van en época lluviosa. En la catarata Volio el pago es opcional si uno quiere que le cuiden el carro… 

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