El fin de semana pasado, quisimos ir a un Parque Nacional. Buscando opciones vimos que el Braulio Carrillo estaba abierto. Tanto Róger como yo teníamos años de no ir y nos pareció chiva para ir con los chiquitinos. Este paseo fue aún más especial porque nos acompañó Tía Elena y teníamos meses de no compartir tiempo con ella y nos hacía mucha falta.
La idea era irnos de la casa antes de las 7, entonces nos levantamos tipo 6:00 am, para poder desayunar y alistarnos rapidamente. Hemos notado que en estos tiempos de Covid19+época lluviosa entre más temprano llegués a tu paseo, mejor. De camino estabamos muy contentos porque el día se veía súper despejado y en general no tuvimos nada de presa. Tuvimos que esperar unos 15 minutos a que despejaran la calle por un pequeño derrumbre en el Zurquí, pero aparte de eso, estuvo muy fluido el tráfico.
¡Y tipo 8:30 llegamos al Braulio! Habían dos carros más, sin embargo en los senderos no nos topamos a nadie. Fuimos a pagar las entradas, alistamos a los peques y nos pusimos en marcha. El primer sendero- Las Palmas- se recorre en una hora y piquito. El clima estaba deli, húmedo y calientito, casi nos sentíamos caminando por senderos por Puerto Viejo (tenemos muchas ganas de ir). Desde que uno ingresa al sendero es puro verde, verde y más verde. Estuvimos a punto de caernos varias veces por estar viendo hacia arriba y caminando al mismo tiempo, porque los árboles eran impresionantes. Pudimos observar además muchas aves, semillas en el piso, bichitos, hormigueros gigantes…
¿Por qué comprarlas si podés alquilarlas?
Cuando salimos del primer sendero hicimos un picnic rápido, frutitas, pan y hummus. Después nos fuimos al segundo sendero al que para entrar se tiene que cruzar la calle de la ruta 32 (nos parece un súper fallo esto, un toque peligroso, ojalá puedan hacer un peatonal aéreo o algo similar para asegurar la protección de los visitantes).
El segundo sendero- El Ceibo- es bien cortito, se recorre en 30-40 minutos. El sendero igual está muy bien demarcardo, es bonito, uno de encuentra con varios riachuelos y de repente llega El Ceibo, un árbol majestuoso, por mucho el más ancho que ha visto Dani y altísimo. Caminando un poco más se llega a un mirador del Río Sucio y ya después se da como una vueltita y se llega de nuevo al inicio del sendero.
El parque definitivamente es una pizquita de los que realmente es el área protegida del Braulio Carrillo, pero es bien bonito para salir de la cuidad y conectar con la naturaleza.
En Resumen:
Nivel: Fácil. Ambos senderos son cortos, sencillos y bien demarcados. Es perfecto para introducir a los niños a caminar en la naturaleza.
¿Qué llevar?: Calzado y ropa para caminar. Recomendación: camisa manga corta por el calor húmedo pero pantalón largo por los mosquitos y una suéter impermeable por si lloviera. Recuerden llevar cargador, repelente, bloqueador y meriendas.
Info Importante: El costo por la entrada es de 1000 colones adultos y 500 niños. Abren a las 8:00 am, entre más temprano lleguen mejor, por el clima. Cuando nos íbamos, antitos del mediodía, ya estaba empezando a llover.
