Durante nuestro primer embarazo, Róger y yo decidimos que íbamos a hacer un esfuerzo grande para que los libros fueran un elemento importante de la infancia -y ojalá vida- de Dani. Lo que no esperabamos es que no se requiere realmente un súper esfuerzo para que los niños amen los libros. Con Dani, el tiempo de lectura, de acurrucarse a ver las páginas con mamá o papá, de escuchar nuestras voces haciendo diferentes tonos y sonidos, de ver diferentes colores, figuras, animales, fue algo que empezamos a disfrutar desde el primer día y continuamos disfrutando.

Todo empezó en la panza, cuando estaba embarazada en el último trimestre, Róger le leyó a Dani la Odisea y el Principito. Con esto generamos un hábito de leer en voz alta casi que todas las noches. 

El primer mes de nacido de Dani fue muy intenso, pero a partir del segundo, cuando ya estaba más rato despierto y ya estabamos tratando de establecer algunas rutinas decidimos empezar a leer libros. Empezamos con un libro de figuras que le llamaba mucho la atención (más adelante les dejo enlaces de los libros). Además, durante el día yo lo ponía en su mecedora, me sentaba en frente de él y le leía páginas de libros que yo estuviera leyendo. 

A partir de los 6 meses empezamos, todas las noches, a sentarlo apoyado a nuestra panza y leer libros de niños, cortos y con imágenes llamativas. Esto se volvió una rutina que hasta el día de hoy (él con 4 años) realizamos todas las noches antes de dormir. Poco a poco empezamos a darnos cuenta que esto de leer en voz alta le gustaba no solo en las noches, sino en cualquier momento del día. Y ahí fue realmente cuando ver los libros y escucharlos se convirtió uno de sus pasatiempos favoritos.

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¿Realmente vale la pena incentivarles este hábito?

Investigando sobre el tema, la respuesta es un definitivo. Leer en voz alta a los ñiños está relacionado a un buen desempeño académico en el futuro. Algunas referencias: de acuerdo al Kids and Familiy Reading Report, realizado por Scholastic, después de cubrir las necesidades básicas del niño (amor, salud, seguridad), de las actividades que más puede impactar en el futuro académico de su niña es leerle en voz alta, de hecho, recomiendan continuar leyendo en voz alta a su hija después de que ella aprenda a leer

Otro dato, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) realizó una encuesta, tomando datos de 5000 estudiantes, cuestionando a sus padres si leían a sus hijos y qué tan frecuentemente. Sus respuestas, comparadas con las calificaciones obtenidas en el examen PISA, tenían una fuerte correlación. Entre más eran leídos los niños, más altas eran sus calificaciones en estos exámenes (que se toman a los 15 años). 

Les recomiendo leer el libro Read-aloud Handbook, de Jim Trelease, donde se detalla porque algo tan sencillo como leer es tan efectivo para un buen desempeño académico de los niños.

Sin embargo, mi razón favorita para leer libros a niños siempre va a ser esa conexión que se genera. Me ha pasado no solo con Vicky y Dani sino también con mis sobrinas, donde podemos pasar leyendo libros 40 minutos seguidos o más. 

Otra razón por la que me encantan los libros, es que se puede ampliar muchísimo el aprendizaje de temas en los que el niño o niña quiera aprender. Por ejemplo, con Dani nos pasó que tuvo una etapa intensa de amor a los dinosaurios y los libros nos ayudaron mucho a cubrir sus curiosidades. Además, es una excelente manera de introducir nuevos idiomas y culturas, temas como emociones, naturaleza, cuerpo humano, historia, etc.

¿Cómo empezar?

Si está embarazada o bien tiene un bebé, mi recomendación es que empiece de una vez. Por ahí leí: si su hijo tiene edad suficiente para le hablen tiene edad suficiente para que le lean. Así que no tenga miedo, enséñele a su bebé desde los primeros meses libros de formas, con imágenes y colores llamativos, con texturas, etc. Más abajo les doy algunas recomendaciones de libros para bebés en sus primeros meses, basándonos en nuestra experiencia con Vicky, y los que han sido favoritos para Dani durante estos 4 años.

Si usted ya tiene un “toodler” o un niño más grande o un adolescente, me parece que los tres elementos más importantes para que su hija o hijo empiece a mostrar interés en los libros son:

  • Observe en que está interesada su hija actualmente y busque libros relacionados a esos intereses. 
  • Empiece a leer un rato con su hija todos los días. Háganlo un ritual al despertar, antes de dormir o simplemente en tiempos de descanso. Sin embargo, es importante, especialmente al inicio, leer libros que sean llamativos para su hija (punto #1).
  • De el ejemplo. Desde pequeñas nuestras hijas nos observan e imitan muchas cosas que hacemos. Si nos ven leyendo, es algo que naturalmente van a imitar, especialmente si sacamos ratos en el día para leer con ellas. 

¡Reglas!

En realidad solo hay dos en las que fuimos muy enfáticos desde el inicio: Los libros se respetan (no se tiran ni se rompen, no se muerden ni se chupan) y los libros se devuelven al estante. Al inicio se necesita que los papás los guiemos. Si se está maltratando el libro pues se le explica que eso no se puede hacer porque el libro es frágil, si el comportamiento continúa, pues se quita el libro. En el caso de devolverlos al estante, al inicio son los papás los que tienen que realizar esta acción y eventualmente el niño imita y los deja en su lugar. Es importante que el lugar de guardar los libros sea el mismo siempre. 

Libros en los primeros 18 meses

Los tipos de libros que estamos enseñando a Vicky durante estos primeros meses son con imágenes en blanco y negro, con imágenes y colores llamativos y poco texto, libros con textura. Ahorita, le fascina el de Look Look! Aparte de los libros que ella puede agarrar y ver como los libros de tela con chilindrín y texturas. Libros de canciones también le gustan. 

De vez en cuando vemos libros con más texto y más imágenes y le gusta oírlos pero todavía no le llaman tanto la atención (tiene 7 meses). 

“Where is Maisy?” fue el libro favorito de Dani por varios meses de su primer y segundo año y el de count and play le entretenía mucho en viajes en carro. También los libros de “flip and flap” lo entretenían bastante. 

Les dejo enlaces de algunos que sé que están en amazon, sin embargo, nuestra invitación sería buscarlos en las librerías de CR, donde pueden encontrar similares.

Libros 18 meses a 3 años.

Les recomiendo siempre tratar de tener libros de pasta dura para que ellos pueda aprender a pasar las páginas y verlos solos si quisieran. En esta edad a Dani le encantaban los libros con tapas para levantar o texturas. Le empezaron a gustar también los libros de encontrar elementos e historias más largas como “Jiraffes can’t dance”. Les dejé también una foto de ejemplos de libros que usabamos a la hora de acostarlo. 

De nuevo, les dejo enlaces de algunos que se que están en amazon, sin embargo lo ideal sería buscarlos en las librerías de CR, donde pueden encontrar similares.

Libros de 3 a 4 años

Ya libros con historias más largas, igual con dibujos pero que incluyan más texto. Los libros de actividades se volvieron más retadores o artísticos. 

Libros de 4 a 5 años (por aquí vamos)

Ahora los libros si empiezan a ser más largos y tener diálogos o bien historias con más personajes y más complejas (en temas de emociones o la trama). Con los libros de actividades van subiendo de complejidad. Ahorita Dani está haciendo uno de puzzles que en serio me sorprende lo que le encanta y ha sido su libro más utilizado en la cuarentena por mucho. 

 

Les recalco que estos son libros que nos han funcionado con Vicky y Dani pero cada niño es distinto y tienen intereses diferentes, así que siempre es importante (especialmente en los niños más grandes) conocer sus intereses y ojalá que ellos sean los que seleccionen los libros que quieren que sus padres les lean.

¡Suerte!